Epistaxis
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Una de las patologías de la emergencia del área otorrinolaringológica que se presenta con más frecuencia es el sangrado nasal o epistaxis, como se le denomina científicamente. Por lo general su evolución no es de gravedad, aunque en algunos casos la cantidad de sangre perdida es de tal magnitud que puede poner en riesgo la vida del paciente. En muchas ocasiones este sangrado es una señal de que se está ante la presencia de una enfermedad que aún no ha sido diagnosticada.

¿Qué es la Epistaxis?

Se conoce como epistaxis al egreso de sangre a través de las fosas nasales, realmente la alta vascularización de la zona nasal hace que este fenómeno se presente con frecuencia, por lo regular es un proceso benigno, aunque en ciertas ocasiones alcanza un matiz de gravedad que puede ser producida por la severidad de la hemorragia o por la recurrencia de los episodios, en estos casos puede verse comprometida la integridad del paciente y por ello necesitará de una tratamiento más fuerte.

Por el hecho de que la epistaxis puede estar delatando una enfermedad subyacente, es importante que se realice un estudio integral completo del paciente que incluya el laboratorio hematológico y la realización de una endoscopia, de esta manera se buscará establecer cuáles son las verdaderas causas del proceso hemorrágico.

¿Cuáles son las causas de la Epistaxis?

Las causas de la epistaxis se clasifican en causas locales y generales. Los factores locales pueden ser de los siguientes tipos:

Idiopáticos o de aparición espontánea o causa desconocida, este tipo de hemorragia es de progresión benigna, puede aparecer espontáneamente o por intervención digital de la zona, también la exposición al sol puede desencadenarla en los jóvenes. En los ancianos es frecuente debido a la presencia de zonas vasculares con ateromas.
Traumáticos, estos cuando se producen a nivel de la cabeza y/o nariz aumentan el riesgo de hemorragias nasales en el momento o en forma diferida, muchas veces la magnitud del trauma no se correlaciona con la intensidad de la epistaxis, habiendo traumatismos leves que generan una gran hemorragia y algunos muy severos que ni siquiera la producen.
Tumorales, cuando se presentan neoplasias en la zona nasal, debido a la alta vascularización del lugar y a la probabilidad de que el mismo tienda a infectarse por la presencia de la tumoración es común que se produzcan cuadros hemorrágicos, así mismo ciertas enfermedades sanguíneas como la leucemia pueden cursar con epistaxis.
Infecciones y cuadros inflamatorios, en estos casos la infección siempre produce un incremento en la vascularización del tejido nasal, a esto se le suma una alteración en la mucosa que facilita la multiplicación de los agentes patógenos, esto genera resequedad que conlleva a la producción de costras y de hemorragias nasales.
Alteraciones ambientales, cualquier cambio en el ambiente externo y/o interno de la nariz puede producir la aparición de hemorragias nasales.

 

Síntomas de la Epistaxis

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El síntoma característico es la hemorragia nasal que puede ser más o menos intensa, la sangre puede salir por una o ambas narinas, además puede fluir por la parte trasera de las fosas nasales, si se desvía hacia la nasofaringe puede salir sangre por la boca.

Dependiendo de la severidad del cuadro hemorrágico el paciente puede presentar síntomas relacionados con la disminución del volumen sanguíneo, por ejemplo aparecen taquicardias, sudoración, nauseas, vómitos y/o hipotensión.

¿Cómo se diagnostica la Epistaxis?

Para realizar el diagnóstico es necesario llevar a cabo un examen físico que incluya las zonas oral y faríngea, para ello se puede acudir al empleo de la rinoscopia con el propósito de llevar a cabo el estudio endonasal. También se recomienda hacer exámenes sanguíneos que incluyan los tiempos de coagulación, tomografía computarizada, radiografías de los senos paranasales y del cráneo.

Durante la historia clínica se busca averiguar si el origen de la hemorragia es anterior o posterior, producida a repetición o aislada además de saber qué tipo de factores desencadenaron el episodio de epistaxis, hay que evaluar la posibilidad de una coagulopatía y en algunos casos descartar la presencia de algún tumor. Si el paciente está descompensado probablemente requerirá taponamiento nasal posterior o intervención quirúrgica.

Esto se hace en algunas ocasiones y dependiendo de la gravedad del caso, se procede a realizar un estudio hematológico, el mismo puede acompañarse de una toma de muestra del exudado de las amígdalas para llevar a cabo un cultivo que indique que tipo de germen es el causante de la amigdalitis y cuál es el antibiótico especifico al que es sensible.

¿Cómo se trata?

En principio será necesario lograr que el paciente se tranquilice pues un episodio de hemorragia nasal tiende a producir inquietud en el individuo, se debe indicar reposo total y colocar al paciente en posición sentada. Se colocan compresas frías a nivel de la nuca, dorso de la nariz y cuello.

El tratamiento va a depender del origen de la epistaxis y su ubicación, en lo inmediato existen diferentes alternativas para controlar la hemorragia, dependiendo de que se trate de una epistaxis anterior o posterior.

En caso de epistaxis anterior debe emplearse el manejo de presión digital, la cauterización y el taponamiento anterior. Si por el contrario estamos frente a una epistaxis posterior: se realizan taponamientos anterior y posterior con Gasa y algodón y Sonda Foley. En otros tipos de epistaxis se realizan ligaduras arteriales, embolización, cauterización y septoplastia, entre otros.

La epistaxis puede generar mucha angustia, siempre hay que lograr que la persona mantenga la calma pues los estados alterados pueden empeorar el cuadro general del paciente. Por lo general gran parte de las hemorragias nasales aparentan ser más peligrosas de lo que en realidad son. Si bien muchas de ellas pueden resolverse rápidamente en la casa, también existen casos que imprescindiblemente requieren de atención médica de emergencia. Es muy importante determinar las causas que la producen para que el cuadro de epistaxis no se repita.

Si usted tiene alguna sospecha de que padece de epistaxis, o presenta algún síntoma, es importante que se acerque a su médico. En caso de que usted desee agendar una Consulta con el Dr. Rafael Revilla Herrera, Cirujano Otorrinolaringólogo en Veracruz, no dude en enviarnos un mensaje a través del formulario de contacto. El Doctor Revilla se especializa en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de la Epistaxis.

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